Cada año aparecen nuevas tendencias en branding:
Estilos visuales, estructuras de naming, tonos de voz, diseños minimalistas, maximalistas o lo que esté en el medio.

Y aunque mirar tendencias puede ser útil, seguirlas sin criterio solo hace que una marca se pierda entre las demás.

¿Qué sirve de las tendencias?

• Pueden revelar cambios culturales reales.

• Ayudan a leer cómo evoluciona la percepción estética.

• Muestran hacia dónde se está moviendo la atención del consumidor.

Pero también:

• Pueden generar ruido.

• Pueden hacer que una marca pierda lo que la hacía única.

• Pueden convertirse en decisiones costosas que envejecen rápido.

¿Cómo usar tendencias sin perder el rumbo?

1. Entender primero tu posicionamiento.
   Si no sabes quién eres, vas a copiar lo que todos hacen.

2. Filtrar según tus objetivos, no tus gustos.
   Lo que se ve bien no siempre es lo que necesitas.

3. Aplicar solo lo que potencia tu mensaje.
   El resto es accesorio.

4. Adaptar con criterio, no imitar por ansiedad.
   El ritmo de tu marca no tiene que seguir el de internet.

Las marcas que se ven distintas no son las que siguen todo. Son las que saben cuándo no seguir.