Tener presencia online no significa tener una marca.
Tener una marca no significa repetir el mismo logo en todos los canales.

El branding digital empieza con una estrategia, no con una plantilla.

Las empresas que entienden esto tienen marcas que resisten el tiempo y la saturación. Las que no, terminan diciendo mucho sin que nadie recuerde nada.

¿Qué hace que una marca funcione en digital?

• Coherencia visual entre canales, sin copiar y pegar.

• Tono de voz definido, que se reconoce incluso sin logo.

• Contenido que representa a la marca, no que simplemente “funciona en Instagram”.

• Jerarquía clara: qué decir primero, qué decir después y por qué.

• Diseño enfocado en usabilidad, no solo en estética.

Lo que NO es branding digital

• Adaptar un logo a 20 tamaños distintos.

• Cambiar la paleta para “verse más moderno”.

• Llenar una web con frases motivacionales vacías.

• Copiar el estilo visual de una marca que está de moda.

¿Y por dónde empezar?

1. Definir con claridad el posicionamiento.
   Qué representa la marca y a quién quiere llegar.

2. Traducir ese posicionamiento a diseño y comunicación.
   Colores, formas, ritmo, tono, estructura, jerarquía.

3. Elegir los canales donde la marca puede aportar algo real.
   No todos los formatos son necesarios.

4. Mantener el criterio.
   Todo comunica. Y todo debe tener una razón.